martes, 4 de noviembre de 2014

Apaga la luz

Apaga la luz, es mejor así, es mejor no tener acceso a una realidad que duele en la piel, que deja mella en el corazón. Espera, uno, dos, tres… lo sigo sintiendo, sigo sintiendo este miedo que me oprime, que me impide siquiera el respiro más sutil. Cierro los ojos y aun está ahí, una realidad que me jadea en la cara, no puedo fingir que no existe, no puedo fingir que soy otra, por mucho que lo anhele no voy a despertar de esta pesadilla si no es por mis propios medios. Abro los ojos, enciendo la luz, decido vivir un sueño lucido que me permita crear mi realidad. ¿Me ayudas?

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