viernes, 23 de noviembre de 2018

Manos

Hoy te vi, después de dos años, y aunque solo fueron unos segundos permaneciste en mi cabeza durante todo el día. 

Al cruzarme contigo, he mirado tus manos y he pensado que son las mismas que solían tocar mi cuerpo cuando a ti te apetecía, sin importar si yo realmente quería. Son las mismas que me señalaban cuando me insultabas, las mismas que arrancaban el teléfono de las mías para controlar con quién estaba hablando. Son las mismas manos con las que, un día, decidiste darme un guantazo. 

Entonces he mirado las mías, y he pensado que son las mismas con las que finalmente me atreví a despedirme, porque hoy sé que no soy menos que tú, que soy libre

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