lunes, 26 de noviembre de 2018

Santas por vivir en el infierno. Brujas por querer salir de él

Y ahora, que mis alas quieren volar pero las cadenas se lo impiden. Ahora, que tengo una mochila repleta de perdones y "no volverá a ocurrir" que se repetían una y otra vez. Ahora. Que alzo más y más la voz, pero parece que nadie me escucha. ¿No hay nadie al otro lado? Y sigo gritando. Y mi brazo alza su puño, pero nadie parece percatarse. Y vuelve, de nuevo, tras un "no volverá a ocurrir". Y sigo gritando, pero nadie me escucha. Y grito con más fuerza, pero no hay nadie. Y me escondo tras el miedo, pero siempre me descubre. Y así, entre sus manos, mi voz se apagó. Porque, ahora lo entiendo, él siempre gritaba más fuerte. 

1 comentario:

  1. ¡Grita mujer! , todos te escuchamos.
    Alza el puño, que yo me uno a la lucha, el silencio se acaba cuando las palabras hablan...
    Te escuchamos, no silencies el dolor que provoca quien se esconde entre sombras, porque un día saldrá el sol y las sombras desaparecerán como lo hace la luna cada noche.

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