lunes, 26 de noviembre de 2018

No todos somos como él

Me siguen. Lo se porque hago cada noche este camino y nadie toma la misma ruta que yo. Volteo para ver que es alto, corpulento, y lleva el rostro concienzudamente tapado. 

Está a cien metros. Acelero el paso y sigo. Está a cincuenta metros. Empiezo a correr. Oigo sus pisadas; él también corre.

Doblo en una esquina, hay un hombre fumando. Observa detrás de mí, su mirada destella comprensión.

Me indica que frene, se esconde. Cuando el persecutor está por alcanzarme sale y lo deja inconsciente al primer golpe.

―Lamento que te haya pasado esto. Llamaré a la policía.

―Gracias ―es todo lo que consigo decir―. Gracias.

―Cualquiera habría hecho lo mismo ―responde, mirándolo asqueado―. No todos somos como él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario