lunes, 26 de noviembre de 2018

Monstruo

No sabe lo que hace, ha perdido la razón. Se recluye en su casa, donde impera su ley. Nadie cruza sus murallas, no contradicen su dominio. Ya no escucha a nadie, no quiere entender. Se ha adueñado del tiempo y el espacio; ahora ella es reina y rey.

Y así vive ella, reinando su cuerpo, remendando sus heridas y bordando sus costuras. Ha sustituido los gritos por flores y, así, ha creado un jardín; donde vive, donde siente, donde crece. Donde los vestidos cortos huelen a lavanda y la soledad se torna hermana. Donde no caben las dietas ni el desdén de los espejos. Donde ya no habita el miedo y los pelos sientan bien.

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