lunes, 26 de noviembre de 2018

Plantón

Tomó la maceta impresionado. La miró de más cerca. La rellenó con turba, la regó y dejó que escurriera bien el agua sobrante de aquel primer y abundante aguacero artificial.

Todas las plantas se le morían, pero aquello no le había pasado nunca. Aunque ya estaba seguro, seguía observando asombrado la tierra donde hasta ayer había una planta. Desde sus adentros hacía fuerza para que volviera a brotar el mismo vegetal. Pensaba que podría aparecer más bella que nunca, con mejor color, con ganas de darle oxígeno otra vez al hogar.

No entendía cómo podía desaparecer una planta de un día para otro sin dejar rastro. Era imposible, seguro que el vegetal aparecería de nuevo. ¿Era tan malo...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario