En un barrio de la ciudad, habilitaron un gran muro cerca del instituto. Allí los jóvenes mediante graffitis, frases, dibujos...aportarían su punto de vista sobre como solucionar el problema de la violencia de género.
En la inauguración colaboraron varios graffiteros y músicos que ellos admiran y que ese día simbolizaron su apoyo; a partir de ese día el muro vacío se ha ido llenando de contenido, hasta convertirse en una gran mancha reivindicativa y creativa.
Hoy al pasar por allí, he visto un grupo de niñas y niños mirando atentamente el muro, y he pensado que ojalá estos adultos del futuro vivan en una sociedad mas habitable y que la gran mancha siga creciendo.
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