Esta mañana me he mirado al espejo. Todavía se nota un poco el moratón. Mientras me lo cubro con el maquillaje vuelvo a sentir el golpe que me dio con el libro
La otra noche me llevó a cenar con uno de sus clientes, me tuve que cambiar dos veces de vestido. Sus comentarios de mi figura, en esta ocasión, fueron mas despectivos que los habituales.
Paso por el cajero del banco y me rechaza la tarjeta. Entro y me informan de que ha sido anulada por el titular de la cuenta.
Lo estoy leyendo en un cartel sobre Violencia de Genero.
Pienso y me pregunto : «¿Quien se lo habrá contado? »
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