Ya queda menos para adivinar lo que piensas.
Para acabar de entenderte.
Para cerrar los ojos e imaginarte cómo serías
y despertarme como en verdad eres.
Ya queda menos para saber lo que te disturba,
con un simple gesto, o sin él,
ya da igual, ya es tiempo, ya es hora.
Ya queda menos para tropezar con tus manos
y caer luego sobre mi regazo;
ya queda menos,
es cierto.
No queda nada.
TRES, DOS, UNO, y... (gracias por contar conmigo)
tanto por hacer.
Nerviosa pero tranquila,
emprendo la vuelta,
con confianza,
a sabiendas de que
ya queda menos
para volver a ser quien era
y poder contar (otra vez)
hacia delante.
Siempre hacia delante.
Ya queda menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario