Supo aquella madrugada que la vida se le deshizo entre sus ásperas manos, ¿qué fue de aquella niña manchada y risueña? ¿que de las sirenas en playa de oro? ¿Qué de la promesa de cruzar la frontera perdida entre el mar y el cielo? ¿En qué momento de aquellos golpes escondió su corazón?
Su cuerpo lastimado entro en el mar, justo con la apertura de un primer rayo, se hizo patente el adiós a su sueño y lo manifestó el ultimo jirón de nubes de aquel plazo de sombra que oculto la fugaz estrella y no la vio.
una nave serena de luz dirigida por el viento de la mañana se acercó a la playa, unos hermosos seres bajaron de ella, recogieron un pequeño cofre de rojo resplandor palpitante hundido cerca de la costa. Después y como si nada los extraños se marcharon poniendo sus velas rumbo al infinito azul.
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