lunes, 9 de diciembre de 2019

Super-señales



Se me acumulan los garbanzos en el carrito, pero es que le encantan los potajes… 

Hoy, empezamos a vivir juntos. No tenemos de nada y, para ir más rápido, hemos convenido que yo me encargue de legumbres, lácteos y bebidas y él, de lo demás. 

Por la carnicería, lo veo sin que se dé cuenta. Observo que lleva pez espada, galletas de coco y presa. Lo sigo, y, cuando llena su carro con botellas de lejía, me asusto. Camino hacia los vinos, agarro un Cariñena y se me cae. El suelo se tiñe de rojo. Recuerdo la última vez que me pidió perdón. Huyo. Él, que se quede para siempre en los congelados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario