jueves, 12 de diciembre de 2019

Entre el hielo

La mujer que intenta masticar la comida con unos dientes que no son los suyos contempla a los cuatro niños que están sentados al otro lado de la mesa. Mientras ella apenas llega al plato, sus nietos están cada vez más altos. Al verlos reir felices, se impregna de la alegría que le falta. Salvo por estos pequeños momentos de luz, se siente triste, encogida, mayor. Su marido charla jovial con el resto de los invitados. Está contento entre los suyos. No percibe en él ni sombra del frío muro con el que se topa a diario. Siempre duro, exigente y afilado. Aunque nunca ha recibido de él una palabra cariñosa o alentadora, ella sigue a su lado, como prometió.

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