Noche de tormenta, el cielo gris, no hay luz en el camino, no hay luna ni estrellas en el firmamento que apaguen mi tormento, agacho la mirada, la que un día fue transparente, la que confío en ti, la que te lo dio todo sin mirar tu color, tu sexo, simplemente confió en un verdugo sin género, el dolor no tiene género, y mientras veo mi vida marchar en cada golpe entiendo que se apaga la luz , por golpes, gritos, insultos que dañan mi corazón, lo apagan, y mientras escucho la sirena llegar, veo el arcoíris salir, veo mi luz, la que me lleva a la paz, todo ha terminado.
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