jueves, 12 de diciembre de 2019

Mírate


Busco el maquillaje, como cada mañana, uno que sea oscuro, aunque mi piel sea blanca como la nieve. Mejor salir a la calle pintada como una puerta que tener visibles las marcas de haber sido golpeada contra la puerta de mi casa. No puedo dejarle, la culpa es mía, no puedo irme. Qué vergüenza contarlo, alrededor señalarían y mi hija se disgustaría. Ella tiene su vida, sus hijos y su marido, no quiero distraerla.

Hace poco me llamó por teléfono, tenia la voz temblorosa, pregunté qué ocurre, respondió nada, solo que estaba cansada. Me acerqué a su piso, vive cerca mío con su marido. Cuando entré al salón vi que estaba sentada, me acerqué a verle la cara, muy maquillada.

Un abrazo. Muchas gracias.

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