Quiero mucho a mi mujer, pero me gustaría que tuviera un poco más de cabeza. Si se atasca algo mete la mano mojada hasta el fondo del lavavajillas, y un día se va a electrocutar. Le digo que se va a quedar sin mano pero ella se ríe.
Hoy le di al botón de encendido. Un sonido espantoso, gritos de dolor, salpicaduras de sangre. Apagué, no soy una mala persona.
"No te preocupes, vamos al hospital. Seguro que ahora tienes más cuidado, ¿verdad?" Su boca se abría y cerraba como un pescado, buscando las palabras.
Quiero mucho a mi mujer. Solo me gustaría que tuviera un poco más de cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario