miércoles, 4 de diciembre de 2019

Puertas

La puerta, esa maldita puerta. Daba igual lo que hiciera, siempre me topaba con ella y quedaba marcada. La que se tiene que pintar el destrozo soy yo, nunca la puerta.

Va siendo hora de hacer reformas y deshacerse de ella. Es momento de comenzar a vivir sin esa puerta que tanto daño hace.

Una vez desaparezca podré circular libremente, entrará luz y permitirá disfrutar de los colores que ofrece, dejaré de golpearme con ella sintiéndome culpable.

Puertas hay muchas, no hacen daño a nadie. Las buenas protegen, no lastiman. Se puede existir sin esas puertas dañinas.

El 016 me ha informado que la policía me ayudará con esta reforma, aprovecharé que la puerta descansa para ir a pedir presupuesto…

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