Han pasado tres años pero mis heridas siguen sin cicatrizar.
Porque perdí batallas pero no la guerra.
Porque ahora estoy tocando el cielo después de haber besado la tierra.
A pesar de todo, soy una guerrera y puedo decir que vencí al miedo.
Miedo a acabar con todo esto y a decirle <<adiós>>.
Pero hoy, le doy la bienvenida a mi nueva vida.
Porque ya no habrá más caídas en el baño ni me ahogaré entre mis lágrimas.
He decidido cambiar mis moratones por ilusiones.
Los nudos en mi garganta entrecortada se han deshecho y he vuelto a respirar.
Pero sobre todo, vuelvo a vivir.
Hoy saludo a la vida.
Tres años después.
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