miércoles, 4 de diciembre de 2019

Alas

No permitáis que os corten las alas. Las mías volvieron a crecer de nuevo cuando me alejé de él. Fue mi sueño dorado y se convirtió en mi peor pesadilla. Me hizo olvidar que el respeto, la libertad y la confianza son conceptos reales. Me hizo sentir menos que nada; me volví tan pequeña como una polilla de alas mustias, incapaz de levantar el vuelo; culpable de todo y de nada, insegura, con miedo, sin criterio ni control sobre mi vida. Hasta que un día escupí en forma de palabras el daño recibido y como el ave fénix, renacida de mis propias cenizas, cansada de olvidarme de mí misma, emprendí la búsqueda de mi yo perdido.

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