—Sabes que puedes ser lo que quieras.
Ilusión, entusiasmo. Sol inmaculado.
—Te prometo ser fiel… hasta que la muerte…
Quimeras, anhelos del pasado.
Nubes cálidas abrazan un cielo azul nacarado.
—No puedo. He quedado con mis amigos.
Ilusiones marchitas; sueños resquebrajados.
—Mamá, ¿Por qué lloras?
Llantos de impotencia en tormentas de verano.
Colores grises y azulados.
—No sirves para nada.
Cadenas, mordazas…
Otoño húmedo; paraguas mojados.
—Lo siento mucho. No va a volver a ocurrir.
Invierno áspero, frío intenso; cuerpos descarnados.
—Me sacas de quicio.
Cardenales imprevistos.
Almas desnudadas.
Espíritu congelado.
—Sabes que sin él puedes ser lo que quieras.
Ilusión, entusiasmo. Sol inmaculado.
—Te prometo ser fiel… hasta que la muerte…
Quimeras, anhelos del pasado.
Nubes cálidas abrazan un cielo azul nacarado.
—No puedo. He quedado con mis amigos.
Ilusiones marchitas; sueños resquebrajados.
—Mamá, ¿Por qué lloras?
Llantos de impotencia en tormentas de verano.
Colores grises y azulados.
—No sirves para nada.
Cadenas, mordazas…
Otoño húmedo; paraguas mojados.
—Lo siento mucho. No va a volver a ocurrir.
Invierno áspero, frío intenso; cuerpos descarnados.
—Me sacas de quicio.
Cardenales imprevistos.
Almas desnudadas.
Espíritu congelado.
—Sabes que sin él puedes ser lo que quieras.
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