viernes, 24 de noviembre de 2017

Recordemos, recuerda

El silencio todo lo cubre. La oscuridad inunda nuestros oídos. ¿El culpable? Cada día está más claro: todos los miembros de la sociedad. Hemos caído en la trampa, y no, no vale que nuestro escudo sea de puertas para afuera. ¿El error? Tal vez la rancia tradición. Él te quiso encarcelar en vida, en muerte, pero recuerda siempre esto: no eres de nadie, eres libre, le perteneces al viento que te susurra al oído que eres fuente de vida, de la espuma de mar que penetra por los poros de tu piel y te da fuerzas, de la maravillosa luz que desborda tus pupilas, y te muestra las maravillosas sendas que te llevan a cumplir tus sueños. 

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