viernes, 24 de noviembre de 2017

El escaparate

— ¿Qué te parece?—preguntó Luisa, la cara metida en el escaparate— ¿Quieres que me ponga algo así?
Flavio estudió el mono ajustadísimo de rombos color mostaza y marrón, con la espalda abierta sin mucho entusiasmo.
—Si te gusta, pruébatela—se encogió de hombros.
—Pero, ¿no quieres que lleve nada especial por tí?—lo miró enojada.
—Quiero que te pongas lo que te apetezca. No tienes que vestirte para mí.
Él le dio la mano y pasaron dentro. Luisa estaba callada. Flavio era un insensible que no se preocupaba de ella. Un novio tiene que estar pendiente de cómo va su chica por ahí, de que no vaya faltándole al respeto. Aquella relación no duraría. Flavio no tenía personalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario