viernes, 24 de noviembre de 2017

En algún lugar del corazón

Existió un lugar en la tierra donde hombres y mujeres eran iguales. Se respetaban y valoraban por lo que cada uno aportaba a los demás sin importar cual fuese su sexo o condición. Trabajaban juntos por un mundo mejor en el que ser felices y tenían ilusiones. Eran libres para decidir y elegir sobre su propia vida. La palabra maldad no tenía cabida entre ellos. Al contrario, ayudar les hacía sentir bien. El amor no tenía condiciones, era puro, sano. Nunca supieron lo que era el odio, el egoísmo o la posesión. Fueron capaces de convivir con las diferencias y similitudes del resto, algo que les enriqueció. Su existencia fue plena porque vivieron como lo que eran, como seres humanos.

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