viernes, 24 de noviembre de 2017

Demasiado ruido

Cuando terminó de darle la paliza se quedó en el umbral de la puerta observándola. Ella lloraba mientras  recogía su nueva falda, ahora rota. Él con dolor fingido le decía: "Me duele a mí más que a ti".

- No vuelvas a vestirte como una puta- Sentenció.

Ella observaba los moratones de su rostro en el espejo. Mañana tampoco podría ir a clase.
El cerrojo de la puerta se descorrió. Los padres de él llegaron. Cuando la vieron le dijeron con frialdad: "Llamaremos a tu casa. Diremos que te quedas a dormir".

Ella escuchó cómo, desde el salón,  el comisario le decía a su hijo que llevase más cuidado la próxima vez, que había hecho demasiado ruido.

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