lunes, 25 de noviembre de 2019

Querido diario

Hoy me reincorporo de nuevo para volver a dar clases en mi colegio.

Han pasado once meses. Y yo, yo he pasado por dos asistentas de los servicios sociales, una chica muy maja de atención a la mujer, media docena de policías al otro lado de ordenador, cuatro agentes de la guardia civil que tomaron testimonio, una médico de la científica que me calmó (no sé si por sus palabras o por los dos orfidales) para tomar muestras, tres psicólogos, un psiquiatra, la dependienta de la farmacia que me vende la medicación, amigos, compañeros de trabajo, hermanos, una madre que casi sufre un infarto y un padre al que nunca había visto llorar hasta entonces. Incluso por una terapeuta de reiki que me dijo que iba a ayudarme a olvidar.

He pasado por muchas personas, y por mil momentos que me gustaría borrar. Pero mi psicóloga dice que escriba en mi diario para poder volver a quererme a mí misma y superar la violación. 

Hoy me reincorporo a mi vida y tengo mucho más pánico que el primer día como maestra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario