Ahogándose en el maltrato con el barco anclado en la violencia, agarró temblorosa el timón. Miedo y Esperanza como tripulantes. La nave amenazaba con hundirse. Tuvo que desembarcar al Miedo, pesaba demasiado. Seguían al borde del naufragio.
- ¡Ayudaaaaa!-
Gritaron la Mujer y la Esperanza. Entonces "él", apareció y dijo;
-¡He visto el problema! Es la Desigualdad, está atascada en el motor.-
Aquella voz, le pareció familiar.
Tras intentos de solucionarlo, se desmontó el problema cayendo un pedazo a la profundidad, quedando tan solo IGUALDAD a bordo.
El barco ya funcionaba, la Mujer volvió a capitanear su vida. Dispuesta a retomar su rumbo se dirigió a su salvador;
- ¿Cual es tu nombre?-. Preguntó.
-AMOR PROPIO-. Respondió él.
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