Hoy es un gran día para la esperanza si el miedo ya no manda, porque me di cuenta de lo que pasaba, porque tuve la ayuda que necesitaba.
Dije a tiempo ¡basta! porque mi familia y mi gente me ayudó sin trabas.
El verdugo ya no manda porque la vida tiene más de una cara, porque a mí ya no me engañan y tengo una oportunidad para el sosiego de mi alma.
Ahora respiro con paz, amor y calma porque más que nunca sé que no estoy sola en esta batalla, porque escribo estas líneas por todas las que tuvimos pánico y por las que aún tienen miedo y rabia y porque jamás permitiremos que ahoguen nuestras esperanzas.
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