jueves, 28 de noviembre de 2019

El portazo

Y cerró la puerta

Y sonó un portazo.

Pero hubo algo más sonoro que ese portazo, más poderoso. 

Eran las ganas de dejar todo lo que había allí dentro, la maldad, el dolor, la soledad, la ira, pero sobretodo el miedo.

Y había algo que sonaba por encima de todo, las ganas de soñar, de ser feliz, de vivir, lo único que deseo hacer siempre y que ahora podría hacer sin preocuparse por nada más.

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