lunes, 7 de noviembre de 2016

De tu plan, mi huída

Velaba una orden de alejamiento familiar. Recién bajado del cocheRasheed, tenso y aceleradopuso en escena su tramoya. Al fondo del galerón, su memoria dejaba atrás los estridentes ecos que  reproducían entre sollozos el dolor de una temerosa víctima. Secretos entre cortinas, angustias apacentadas  en las tripas, veneno que quema en la piel de la víctima protectora de sus hijos. Presto a adentrarse, cruzó la calle, atravesó la cancela y al acercarse al patio, sus ojos reflectaron un papel sujetado por el cenicero: " con esta breve nota dejo abandonado el callejón desolado. Lo nuestro se acabó. Ellos vendrán a mi lado. A tu amigo le vi pasar, mientras salía. Supe que lo volverías a intentar". Las luces estaban encendidas.

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