jueves, 12 de noviembre de 2015

Segunda oportunidad


Johana miraba el escaparate con nostalgia, al levantar la cabeza vio su cara reflejada en el cristal, su cuerpo empezó a temblar de miedo ni 50 metros les separaba, ¿qué podía hacer ahora?, ni siquiera tenía el móvil, ella no dejaba de mirar esperando algún movimiento de él,  aquel que un día le prometió la luna y solo le ofreció golpes y dolor;  su mente solo podía pensar: no te acerques. De repente nota como un brazo rodea sus hombros y le susurra no temas la policía ya viene de camino, mientras, yo estoy aquí. Johana giró la cabeza con lágrimas en los ojos, Juan el quiosquero del barrio le acababa de salvar la vida.



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