martes, 17 de noviembre de 2015

RENUNCIA


Sostuvo en alto la falda, contemplándola al trasluz, dudando un último momento antes de arrojarla al suelo junto con el resto de ropa desechada.
— No sé qué pensaba cuando la compré —se dijo—. Este color es demasiado llamativo, por no hablar de que apenas me cubre medio muslo; me habría quedado bien hace unos años pero no ahora. Ya no soy una niña y no quiero aparentar ser "esa clase de mujer". De todas formas, nunca he tenido piernas para lucir este tipo de ropa.
No obstante, aún mantuvo la prenda entre sus dedos, resistiéndose a dejarla caer.
— Él tiene razón —murmuró con un nudo en la garganta.
Y, con un gesto silencioso, la dejó caer en el montón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario