jueves, 12 de noviembre de 2015

Victoria por decisión

El pitido del teléfono al colgar sonó como el tintineo de una campana en un combate de boxeo. Lo demás era muy diferente. Los dos no estaban en la misma categoría, ella era de peso inferior a él. Tampoco su oponente solía ir limpio de sustancias dopantes y atacaba por la espalda sin mediar palabra. Aunque muchos sabían de la contienda, nadie hacía nada por lanzar una toalla y acabar con aquello. 
Ella miraba el teléfono mientras el 016 aún se veía en pantalla. Se sentía ganadora y sonreía, por primera vez en mucho tiempo. Había contado todo lo que había pasado y aunque no hubo flashes ni confetis. Ella había conseguido la victoria, por decisión.

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