domingo, 15 de noviembre de 2015

Incluso después

Te quiero. Puta. No soy nada sin ti. Inútil. Te necesito. No eres nada. Quédate conmigo. Me das asco.
Eso es lo que oigo cada vez que abre la boca. Golpe. Caricia. Besos. Desprecio.
Eso es lo que siento cuando me mira con intensidad.
— ¿Ana? Estás distraída.


Marcos me mira desde el otro lado de la mesa. Es cierto, no he estado escuchando. Es por este lugar. Venía aquí con él. Céntrate, Ana. Marcos no es él. No tengas miedo, no tengas miedo, sé normal.
 
Puta.
Ese no es Marcos, tranquila. Tranquila. Algún día todo esto pasará. Algún día podrás conocer a alguien y dejar de escuchar voces en tu cabeza.
 
¿Algún día llegará mi "algún día"?

No hay comentarios:

Publicar un comentario