"En la vida hay que ir dejando huellas, nunca cicatrices". Por mucho que pensemos que nos pueda dar un toque personal, como a Harry Potter. "Marcas", por cirugías o como tatuaje; nunca moratones, producto real de rabia inexcusable. Llevar hasta el extremo más exacerbado un afán de creerse semidiós. Marcar a base de colores y dolor, sólo demuestra ignorancia, y el no reconocimiento por parte de la humanidad. Aquél que con violencia actúa, poco le queda de ser. Por fortuna, no todos somos iguales. Quienes abogamos por la igualdad de género, aún existimos. Ojalá, los hombres olvidemos esa necesidad de sentirnos superiores y únicamente pretendamos dejar huellas imborrables en el corazón de las mujeres, y no cicatrices en su piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario