jueves, 19 de noviembre de 2015

Errare humanum est

Tus frustraciones, tus miedos, tus límites y tus miserias te llevan a un callejón con una única salida: enfrentarte a ti mismo. Sin embargo, no sabes cómo hacerlo, no te atreves. El sufrimiento interior crece, te asfixia. La salida está ahí, sólo tienes que decirle a tu pareja que te ayude, que no eres capaz, que tú también te equivocas. Y cuando parece que estás a punto de hacerlo tu ego sale a escena, todo se nubla y llega el primer golpe. Te convences que la culpable es ella. Esto se repite cada día y cada golpe te aleja de ti mismo. Ella quiere alejarse y ese monstruo que creaste la persigue, la veja. Y la salida sigue estando ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario