Todo había acabado de
una manera dolorosa para él. Ella acababa de colgar el teléfono cuando se asomó
a la ventana y vio una moto similar a la de su ex novio. Al momento empezó a
sonar el telefonillo insistentemente, pero le dio miedo abrir. Esto no sirvió
de nada, porque abrió el portal un vecino. A continuación el individuo comenzó
a aporrear la puerta, pero ella tenía miedo de que fuera su novio y quisiera
pegarle como otras veces. Cuando por fin se armó de valor, abrió la puerta y
vio que era el repartidor de Tele-pizza.
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