"¡Mira, viene la Policía! ¿Necesitas algo, cariño?" Su picardía logró ahuyentar al joven que había estado zarandeando a la joven mientras le pedía con insistencia el móvil.
La mujer intervino con acierto. Ella, que alzó la voz sin más, es la heroína de esta historia. El resto estuvimos mirándonos sin saber qué hacer, tratando de elucidar si ese forcejeo era real o un desaconsejable juego de pareja, recordando a las mujeres asesinadas por sus parejas horas antes...
La mujer caminó unos metros junto a la joven. Quiero imaginar que le explicó que aquella relación tóxica en la que se adivinaba un trato desigual no le convenía. Ellas se esfumaron, él regresó minutos después tratando sin éxito de dar con ella.
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