domingo, 15 de noviembre de 2015

Si alguien me lee

Un flash que cuando aparece me pone alerta. Me encojo hasta hacerme pequeña, soy presa del miedo. Solo dura un momento, pero qué momento. No me doy tiempo a prolongarlo, pienso en otra cosa, aunque se queda ahí por unos instantes más. Cuando creo que se ha ido, me pongo a escribir, más sosegada. Sigue ahí, muy dentro, pero tengo que ignorarlo. Escribo porque creo que así se irá desvaneciendo. Vendrán más, lo sé, pero entiendo que es un mal necesario: para sanar, para avanzar, para olvidar. Llegará un día en que no me robaras una sola palabra escrita, pero por ahora, las uso para mí y para que, si alguien me lee, pueda salvarse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario