lunes, 26 de octubre de 2015

Dieciséis razones

Primero fue un simple empujón. Más tarde adquiriste la costumbre de darme algún cachete cuando algo no te cuadraba. El cachete se fue transformando en golpes, los golpes en huesos rotos y más huesos rotos. Solo dieciséis razones por las que no me atreví a dar el paso: miedo, vergüenza, terror, sofoco, pavor, humillación, pánico, escándalo, honor, ultraje, espanto, bochorno, temor, mancha, cobardía y deshonra. Ahora tiene la costumbre de llevarme flores al cementerio. ¡No esperes, llama!

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