Esta es la historia del marido que, primero, por su cierta aversión a la cárcel, se quitó la vida y, después, trató de asesinar a su esposa, a la que despreciaba con exacerbado cariño y llevaba años golpeando porque, según él, todo lo hacía al revés y no valía para nada. No obstante, hay quien asegura que, finalmente, no pudo hacerlo, no pudo matarla, y que sigue intentándolo para no parecerse a ella.
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