Luis es mi compañero y mi apoyo pero no es mi todo. Esto lo aprendí hace un tiempo, cuando entendía mal el amor con otra pareja. Cenábamos, jugábamos, compartíamos. Un día, aquel hombre compartió insultos cuando yo defendía mis derechos. Su mente habló: "Conmigo no te arreglas tanto", "Pareces una cualquiera". Ese fue el punto inicial y final. Nunca me puso la mano encima pero las palabras también duelen y actué antes de que machacara mi auto-concepto. Hace años ser mujer parecía difícil, hoy no. Ahora soy la mujer quien quiero y como quiero. Luis sabe que no soy de nadie, que mi cuerpo es mío. Eso es lo que tuve que aprender y siempre tuve que haber sabido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario