lunes, 2 de diciembre de 2019

Veredicto culpable

Los ecos de mofas recorriendo una y otra vez sus sinapsis, sumergiéndola en una frustración y pánico que la anulaban como persona y bloqueaban su libertad de movimiento.

Las palabras avanzaban impregnadas de una pestilencia irritante: relaciones consentidas, no opuso resistencia.

Su mundo pendiente de una resolución a punto de ceder a una sociedad sumergida en egoísmos y mentiras.

No obstante, la sentencia fue ejemplar: violación y abuso. Sus verdugos sufrirían el castigo.

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