jueves, 5 de diciembre de 2019

El mensaje que nunca llegó

- Avísanos cuando llegues a casa, por favor.

- Claro que sí, estad tranquilas.

- Oye, ¿has llegado? No has avisado y estamos preocupadas. 

Nunca hubo respuesta. Joana nunca llegó a casa. Eran las 6 de la mañana y estaba cansada: había trabajado todo el día y por la noche había salido a una discoteca de la ciudad. Les dijo a sus amigas que se marchaba a casa, que necesitaba descansar. Estas, que no se querían ir todavía, le pidieron que avisara al llegar. Pero, en el trayecto, Joana se cruzó en el camino de un hombre que se creyó con el derecho de abusar de ella y quitarle la vida. Ayer fue Joana, pero mañana podemos ser cualquiera.

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