domingo, 25 de noviembre de 2018

Vivas

Paula cerró el periódico con el estómago revuelto. Entre sus páginas interiores la noticia de la muerte de otra mujer ocupaba unas pocas líneas. Una más.

Pero Paula no podía permitirlo. Si hacía poco más de un año ella había conseguido escapar; si había podido poner fin a tantos años de insultos, de golpes y de vejaciones, no podía permitir que otras mujeres no llegasen a hacerlo.

Así que Paula salió a la calle. Al principio sola, luego acompañada de otras supervivientes que como ella habían dicho basta. Y así, armadas con sus gritos, sus pancartas y sus lazos morados, fue como consiguieron remover la conciencia de todo un país. Porque ya no tenían miedo. Porque se querían vivas.

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