domingo, 25 de noviembre de 2018

Esperanza

El Odio y la Espera vivían juntos. La Espera tenía dos pequeños sueños que un día serían grandes. Pero el Odio le decía: "No vales nada. No eres nada". La Espera, callaba. 

Un día, su pequeño sueño Número Uno le replicó: "No vales nada". Y su pequeño sueño Número Dos secundó: "Eso. No eres nada". La lágrima que recorrió la cara de la Espera arrancó su velo y armándola de valor, expresó: "Se acabó". Agarró sus sueños para mancharse y reconstruir la vida, pero la despiadada Vergüenza quiso impedírselo. La Espera dio tal portazo que la Vergüenza perdió sus tres últimas letras. La Espera las tomó como un trofeo y custodiando el futuro de sus sueños dijo: "Ahora seré Esperanza".

No hay comentarios:

Publicar un comentario