¿Ángel?
Dos vigilantes han entrado por esa puerta, por donde diariamente mis compañeras y yo salíamos con miedo y desilusión.
Se lo han llevado y frente a nuestros asombrados ojos él ha escondido los suyos cual cobarde sin coartada.
Su cuerpo parecía encogerse dentro del traje negro que hasta hace poco le hizo sentirse distinguido y diferente.
A la distancia vimos esfumarse el poder que nuestro largo silencio un día le otorgó.
Se llama Ángel, ¿qué ironía, verdad? Realmente se trata de un monstruo misógino, xenófobo y machista.
¿El mundo de vueltas?, ¿justicia divina?, ¿existe el karma? El punto es que le han despedido y su historia en nuestra empresa, para él, no ha tenido un final feliz.
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