Pasaron los días, en que me importaba que me mirasen mal en el pueblo, ellos siguen pensando que lo hice para quedarme con su marido.
Creo que fui mas amiga que nunca, hice lo que tenía que hacer, no es justo que cada tarde en el café me cuente como una gracia que su marido es un calzonazos y hasta alardee de ser la que lleva los pantalones en la casa, porque cada vez que él no hace lo que ella quiere, le tire a la cabeza lo primero que coja.
Hoy tomaré café sola en casa, mi amiga llamó para insultarme y decirme que este mes no tiene dinero, ha tenido que pagar una multa por su falta.
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