jueves, 5 de diciembre de 2019

Hubo un tiempo

Hubo un tiempo en el que el mundo se reducía a 50 metros cuadrados, allí se escondía del otro mundo, el exterior, tan hostil. Ni siquiera las ventanas le servían para mirar el mundo, porque estaban vigiladas. Así que, con mucha frecuencia, su mundo se limitaba a ocho paredes sin ventanas.

Hubo un tiempo en el que el teléfono no sonaba, que las palabras siempre eran duras y las miradas malintencionadas. Hubo un tiempo en el que cumplía con dificultad las obligaciones diarias y luego se encerraba a culparse… a veces, ni siquiera eso, porque no podía levantar las sábanas para sacar al fantasma que había en ellas.

Luego hubo otro tiempo más feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario