sábado, 24 de noviembre de 2018

Dentro

Tac-Tac ,Tac-Tac.

Vamos, no queda nada. Ya llegamos. Por aquí no: el atajo es aún más oscuro. Fuera de la acera. Mejor por el medio. Así es más fácil ver lo que sea o salir corriendo.

Tac-Tac ,Tac-Tac.

El aire que roza las hojas, el papel arrugado en tu bolso, una cremallera. Y, vaya, los de siempre en la esquina. Oídos sordos, por favor. Tú sigue. Levanta la cabeza.

Tac-Tac ,Tac-Tac.

Sí. Hay alguien más. Sientes ese halo que se une a tus pasos. No aceleres. Mejor avanzar. No mires atrás.

Tac-Tac ,Tac-Tac.

Pero te giras encogida. Aterrada. No hay nadie. Tu enemigo en ti está. Se cobija en tus latidos y "miedo" se hace llamar.

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