jueves, 23 de noviembre de 2017

Moradas

Todo había acabado. Entró en su nuevo hogar y se miró en el espejo. Observó sus marcas.

- Qué ironía- pensó.

Durante todo aquel tiempo esas lesiones simbolizaron la tortura que estaba sufriendo. Eran expresiones del miedo, huellas de los golpes, señales de todo el dolor que había tenido que pasar.

Pero en ese momento, se dio cuenta de algo nuevo. Todas esas marcas eran moradas y el morado, era el color de la mujer. El color sinónimo de la fuerza, del valor, de la superación y de la unión. El color de que era una mujer fuerte. Y se sintió libre. Todo había acabado.

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