viernes, 3 de noviembre de 2017

Libre

A pesar de los golpes, de los gritos, del miedo, de temblar cada vez que la llave sonaba en la cerradura, sabiendo lo que podría venir después, todo eso había quedado a un lado cuando había dicho "Basta", cuando se había plantado, cuando decidió dejar de vivir con miedo, cuando miró al monstruo a los ojos y le dijo "Ya no podrás conmigo".

En ese momento, su mundo se hizo más grande, más limpio, más brillante y vibrante, como si hubiera estado viviendo en una pequeña jaula hasta ese momento. Pero ya no más. Había dejado atrás la jaula. Ahora era libre.

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